La pasión futbolera, el encanto de las divisionales de ascenso, lo mágico de los clubes de barrio y la increíble vida personal y deportiva de Pablo Vicó, que dirigió durante 15 años y 569 partidos a Brown de Adrogué ubicándose así como el mayor récord nacional en el puesto y el séptimo DT más longevo del mundo, constituyen las atractivas patas sobre las que se asienta el documental escrito y dirigido por Juan Lucas da Rocha que en estos días regresa a las salas.

Criado y formado en las entrañas de ese club del conurbano que devino en revelación del fútbol de ascenso, el actor y realizador que integró el colectivo audiovisual Silbando Bembas (grupo que realizó los largometrajes Hecha la ley… (2011), La Sesenta (2021) y Ellos fueron, ellos son (2024), además de numerosos cortometrajes sobre problemáticas políticas y sociales) aprovechó el largo período de ocho años con interrupciones que le insumió construir el filme para dar forma a una ajustada pintura que consigue integrar las distintas vertientes que conforman el relato.

Y si bien la figura de Vicó es la que imanta y se hace eje de la historia, a su alrededor y a partir de otras voces y de muchas imágenes, se teje otra narrativa que lleva a la película más allá del entrenador e inclusive del fútbol aunque cueste despegarse de la frase de ese hincha robusto que asegura que los triunfos de ”Bron” (que así lo pronuncian los fanáticos) “me sacan el hambre y me alegran la semana”.

“Mirá lo que es esta pintada que hizo la hinchada”, sonríe entre pícaro y vergonzoso el adiestrador mientras camina el par de cuadras que separan la cancha y el lugar donde vivió del paredón donde se lee: “Vicó es Perón de Brown de Adrogué y vota Scioli presidente”.

El querido y admirado Vicó, a quien por sus tupidos mostachos apodan “El bigotón” y por su parecido con uno de los personajes de la vecindad de “El Chavo” también lo llaman “Don Ramón”, se pone serio algunas veces durante una narración donde la cámara logra pasar inadvertida; cuando pelea por sumar un futbolista que quiere para reforzar el equipo, se niega a referirse a la muerte de su hijo en un accidente automovilístico en 2015 o resalta su apego por la táctica 4-4-2 en el armado del dibujo táctico, pero también cuando en primera persona insiste: “Yo no soy un personaje, soy un ser humano”.

Pero por fuera de la persona que en menos de un mes cumplirá 70 años, la historia –que arranca familiar y en primera persona con los recuerdos del cineasta sobre su infancia en el barrio y en el club- no pierde nunca los apuntes pintorescos acerca de ese entramado comunitario y social que define el espíritu de las instituciones barriales y entonces muestra el gimnasio (con la inscripción de frases motivaciones dichas por celebridades del deporte como Michael Jordan y Ayrton Senna), el estadio Lorenzo Arandilla con capacidad para 7.000 personas, sus canchas de fútbol 5 y futsal, el quincho, la pileta de natación climatizada, el local «Yo Tricolor» con merchandising, ropa y accesorios del club y, también, al DT, al utilero y al jefe de la hinchada pasando el secador de piso para quitar el agua acumulada por una lluvia fuerte.

El club que de la mano de Vicó estuvo cerca de llegar a la élite del fútbol argentino, actualmente deriva por la mitad de tabla del certamen de la B Metropolitana (tercera categoría del ascenso), un presente alejado de sus días de gloria y, tal vez por eso, Todos quieren venir a Brown termina con la siguiente frase sobre el gran DT: “El 3 de mayo de 2024 se despidió de su casa. Por ahora”.

Las próximas funciones de la ópera prima de Da Rocha serán el viernes 10 a las 19 en la Casa de la Cultura de Almirante Brown (Esteban Adrogué 1224, Adrogué) y el martes 14 a las 20 en el Cine Gaumont (Av. Rivadavia 1635, CABA).

TODOS QUIEREN VENIR A BROWN
Dirección y guion: Juan Lucas da Rocha. Con la participación de Pablo Vico, Agustín Galeota, Luis Yúdice “Pucará”, Facundo Lemmo, Martín Minadevino, Cristian Bordacahar, Joel Barbosa, Jorge García Crespo, Ignacio Bogado, José Rivas, Adrián Zen Bonacorsi, Eduardo Scalenghe, Gabriel Ruhl. Cámara: Lucía Casado, Juan Lucas da Rocha, Gabriel Cosso, Manuel Duré. Montaje: Lucía Casado. Dirección de sonido: Santiago Darquier. Música: Lucas Silvani, Santiago Darquier. Origen: Argentina, 2025. Duración: 104 minutos.

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