Es posible que al leer el título de este documental alguien piense que lo sabe todo sobre Julio López, pero a medida que la película avanza el espectador se da cuenta que eso que pensaba que sabía, en realidad era apenas una sombra de los hechos reales. Lo primero que sorprende es lo cerca que esa segunda desaparición del principal testigo contra el represor Miguel Etchecolatz estuvo de terminar con la democracia.
El día que Julio López fue desaparecido por segunda vez, se dirigía a escuchar el alegato del ex comisario Etchecolatz. López había prometido estar ahí para verle la cara al represor cuando recibiera la condena y la razón que tenía para eso era que López fue el único testimonio de ese juicio, que ubicó al represor en el lugar de los hechos algo que para la justicia penal es fundamental.
La historia dice que Jorge Julio López tenía 46 años cuando fue detenido por un grupo de tareas que dependía del feroz represor Ramón Camps, allá por 1976. López estuvo detenido entre ese año y 1979. Sus compañeros de cautiverio murieron en las mazmorras de la dictadura y durante el tiempo que duró esa detención López, los compañeros detenidos le decían que él seguramente iba a sobrevivir y que les debía a ellos la memoria de aquel infierno. López era el menos conocido y logró salir vivo de aquello.
Varias décadas después y cuando ya parecía difícil que Etchecolatz y sus secuaces pagaran por su crímenes, López apareció para los abogados de las familias de las víctimas de aquellos años como un testimonio más hasta que lo escucharon y se transformó en el testigo principal del juicio. El obrero detenido en 1976 sobrevivió para contar lo que vivió y decir que Etchecolatz torturó detenidos, en un accionar que incluía pegarle patadas a embarazadas y aplicando personalmente la picana con un sadismo fanático.
Durante el juicio, el represor se comportó de manera altiva y sin mostrar el más mínimo atisbo de arrepentimiento.
El 26 de septiembre de 2006, López iba a completar un círculo de vida escuchando el descargo del represor y a esa altura, la condena que era inevitable . Pero los abogados empezaron a preocuparse cuando López no apareció por el tribunal y una de las abogadas que presentó la causa no dudó desde un primer momento en señalar que López había desaparecido.
El documental de Jorge Leandro Colás muestra a distintos protagonistas de ese juicio, pero sobre todo le da al hijo de la víctima el centro de la escena para conocer cómo era el hombre que desapareció dos veces, pero además, rescata momentos del juicio y con algunos testimonios nos deja en claro que la democracia argentina en 2006 todavía estaba en el límite de perderse. Es esencial ver este documental en estos días en que el sistema vuelve a estar en peligro.
LÓPEZ, EL HOMBRE QUE DESAPARECIÓ DOS VECES
Dirección: Jorge Leandro Colás. Guion: Tomás De Leone y Jorge Leandro Colás. Testimonios: Rubén López, Felipe Solá, Luciana Rosende, Myriam Bregman, Carlos Rozanski, Guadalupe Godoy, Adriana Meyer. Origen: Argentina, 2025. Duración: 68 Minutos. Disponible exclusivamente en Cine Gaumont, Av. Rivadavia 1635.





