Un actor de cine muy famoso entra en crisis a cuatro semanas del estreno de la primera obra de teatro que va a protagonizar en su vida.
Mathieu (Guillaume Canet) se traslada entonces a un spa al lado del mar donde se dispone a recibir una serie de tratamientos para gente estresada y en esos minutos de película el relato se concentra en este actor inseguro, con miedo de tirar su carrera al diablo.
El segmento tiene muchos momentos de comedia física y otros de depresión profunda, que Canet se carga al hombro y se adueña de la pantalla. Mientras trata de acomodarse, habla por teléfono con su esposa que es una estrella de un noticiero importante y que trata de acomodar la carrera de su esposo a la distancia. Y sí, estas intervenciones de la mujer desde lejos deprime aún mas al actor.
Entonces, dando vueltas por el lugar, Mathieu se encuentra con Alice (Alba Rohrwacher) una ex pareja, un amor de quince años atrás que él no sabía que vivía allí. Ya se sabe que donde hubo fuego cenizas quedan, así que el encuentro entre ambos se vuelve un coqueteo que al poco tiempo se vuelve un romance. Otra vez.
Alice es fina, es bella, es profesora de piano pero además ayuda en una geriátrico y además, está casada hace quince años, tiene una hija. Sin embargo, la aparición de Mathieu se vuelve una tentación.
Hasta ahí se trata de una comedia romántica y estamos todos dispuestos a asistir al desarrollo de ese romance, pero el director mete una digresión en el avance del relato y se concentra un rato largo en el geriátrico en una puesta que trata de abarcar otro aspecto de la historia de los enamorados.
No vamos a develar más de lo que sucede y del desarrollo de este reencuentro, pero no podemos dejar de anotar que el relato se sostiene en la química entre Canet y Rohrwacher que están impecables.
Stéphane Brizé (La guerra silenciosa, El precio de un hombre, Mademoiselle Chambon) salta de los social y realista al delicado relato sentimental, un poco largo y con menos sexo de lo que se podría haber mostrado, pero al menos se trata de una película sin gente que tira rayos que aborda temas para reflexionar como la muerte, la vejez, el paso del tiempo y el amor.
Una digresión: La química de los protagonistas a la que hacíamos referencia al principio, sin ninguna prueba pero con una certeza absoluta, este cronista se juega a que estos dos lo “hicieron”.
FUERA DE TEMPORADA
Hors-saison. Dirección: Stéphane Brizé. Guion: Stéphane Brizé y Marie Drucker. Elenco: Guillaume Canet, Alba Rohrwacher, Sharif Andoura y Lucette Beudin. Fotografía: Antoine Heberlé. Edición: Anne Klotz. Música: Vincent Delerm. Distribuidora: Mirada. Origen: Francia, 2023. Duración: 115 minutos.





