Comunicado del sector audiovisual distribuido a la prensa:

Frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), ayer se llevó adelante una importante y masiva acción por la continuidad de Cine.ar TV y Cine.ar Play, pantallas exclusivas de exhibición del cine nacional.

En menos de una semana se consiguieron 15.520 firmas entre las que se destacan los directores, productores, guionistas y directores de fotografía como Vanessa Ragone, Demian Rugna, Benjamin Naishtat, Gema Juarez Allen, Gustavo Postiglione, Laura Casabé, Benjamin Avila, Nemesio Juárez, Virna Molina, Ernesto Ardito, Marcelo Piñeyro, Hugo Colace, Juan Bautista Stagnaro, Bruno Stagnaro, Francisco Márquez, Paula Felix Didier, Mariano Llinás, Carmen Guarini, Adriana Lestido, Ana Maria Muchinik; las escritoras Claudia Piñeiro, Claudia Aboaf y Elsa Osorio; actores y actrices como Cecilia Roth, Romina Richi, Elisa Carricajo, Diego Velázquez, Alicia Muxo, Jazmín Stuart, Jean Pierre Noher, Lorena Vega, Jorge Marrale, Joaquín Furriel, Luisa Kuliok, Claribel Medina, Inés Efron, Osvaldo Laport, Juan Palomino, Lola Berthet, Luis Ziembrowsky, Veronica Llinas; la música Liliana Herrero y referentes políticos y diputados y diputadas como Lorena Pokoik (PJ), Pablo Carro (FP), Esteban Paulón (PS), Vilma Ripoll (MST-FITU), Myriam Bregman (PTS-FITU), Cele Fierro (MST-FITU), Mercedes de Mendieta (IS-FITU), Guillermo Suárez, Graciela Zulema Rosso, María Rosa Martínez, Norma Durango, Stella Villagra, Haide Giri, Patricia Viviana George. Y miles de firmas más del público beneficiario directo de estas pantallas.

Las firmas fueron entregadas por Mesa de Entrada, en Lima 319, y remitidas al Presidente, Carlos Pirovano; al Gerente General, Carlos Vargas Eguinoa; a la Gerenta de Políticas Públicas, Elisabet Blanco; y a la Gerenta de Asuntos Legales, María Laura Elliff.

La iniciativa fue fruto de la coordinación de distintos actores del sector y elaboró el documento que es acompañado por 145 adhesiones de las asociaciones del cine y audiovisual de todo el país, organizaciones, sindicatos de medios públicos y del ámbito audiovisual, cátedras de cine y comunicación, y espacios de exhibición de todo el país, entre las que se destacan la adhesión de los integrantes del Consejo Asesor del INCAA, de la Red de Espacios INCAA, de la Red de Festivales Nacionales, de la Mesa Documental, del Espacio Audiovisual Nacional, de la Multisectorial Audiovisual, de Instructores de la ENERC, entre otros.

Las actrices Cristina Banegas, Ana Celentano, Susana Varela y el actor Horacio Rocca pusieron el compromiso y la voz al siguiente texto:

“Expresamos nuestro enérgico repudio a la decisión de Carlos Pirovano, actual presidente del INCAA, de cerrar Cine.ar TV y privatizar Cine.ar Play. Manifestamos también nuestro pleno apoyo a los trabajadores y trabajadoras del INCAA, quienes, con dedicación y compromiso, mantienen en funcionamiento estas pantallas esenciales para el cine argentino.

La Ley de Cine tiene como objetivo promover y difundir la cinematografía nacional en sus aspectos técnicos, industriales, culturales, patrimoniales y artísticos en todo el territorio argentino. Este fomento incluye la producción, distribución y exhibición de películas, asegurando el derecho fundamental de acceso a la cultura de todas las personas que habitan la Argentina.

El cierre de CINEAR, tanto del canal como de la plataforma, es un gran golpe para nuestra cultura, ya que ambas pantallas son un espacio fundamental para la difusión del cine nacional. Durante más de una década, han acercado estrenos, documentales y cortometrajes argentinos a millones de espectadores dentro y fuera del país de manera libre y gratuita. Casi 3 millones de usuarios de la plataforma pueden elegir, entre más 1600 contenidos, ver cortos, series o largos de cineastas multipremiados o que recién estrenan su ópera prima. El cine argentino llega a lugares donde no existen salas de cine y brinda una herramienta concreta y efectiva para la difusión de contenidos audiovisuales con fines sociales, culturales, educativos y recreativos en todo el país. Además, estas pantallas preservan nuestro acervo cinematográfico al permitir que muchas películas históricas del cine nacional puedan ser revisitadas por nuevas generaciones.

El Presidente del INCAA sostiene que la venta y privatización de las pantallas generarán un ahorro de 300.000 dólares anuales, lo que representa solo el 0,9% del presupuesto del Instituto. Sin embargo, la misma Presidencia sub-ejecuta los recursos del Instituto de Cine en un 67%, evidenciando que se trata de una decisión política de atacar al cine nacional que ya se encuentra en una crisis sin precedentes. En nuestro país se estrenaban alrededor de 200 películas al año, y en lo que va de este año solo se han estrenado 6 producciones bajo las nuevas normativas impuestas por el Presidente del INCAA. La subejecución presupuestaria no solo está afectando gravemente a la producción cinematográfica y dejando a cientos de familias sin trabajo, sino que también impacta en toda la cadena de la actividad audiovisual en nuestro país. Se ven perjudicadas las escuelas de cine que dependen del INCAA, las muestras y festivales nacionales, las salas de cine que integran la red de Espacios INCAA, los programas de apoyo a las provincias, las convocatorias para concursos de desarrollo y producción de proyectos audiovisuales, los acuerdos de coproducción internacional, así como las tareas de conservación de nuestro patrimonio audiovisual.

En este año y medio de gestión, hemos sido testigos del progresivo desmantelamiento de la Cinematografía Nacional, a través de políticas como la suspensión del apoyo a películas, los retiros voluntarios, el cese de contratos, el cierre de programas y, principalmente, la ya mencionada subejecución presupuestaria. A todo esto se suma un hecho alarmante: el actual Presidente del INCAA ha mostrado un profundo destrato y desconocimiento hacia las decisiones de la Asamblea Federal y del Consejo Asesor, órganos de cogobierno establecidos por la Ley de Cine.

Las acciones del Presidente del INCAA no resisten el más mínimo análisis frente al daño cultural que conllevan. Está claro que el objetivo no es financiero, sino ideológico: destruir las herramientas que garantizan el acceso federal y democrático al cine argentino, borrar nuestra memoria audiovisual y entregar el patrimonio cultural del país a los monopolios internacionales del entretenimiento. Nos oponemos rotundamente a esta ofensiva contra nuestra cultura nacional y exigimos la defensa y fortalecimiento de nuestras pantallas públicas. Sin películas y sin pantallas, se incumple la Ley y perderemos nuestro cine.

Por todo esto, reiteramos nuestro absoluto repudio a las decisiones y acciones del Presidente del INCAA y afirmamos, hoy más que nunca, que el cine argentino es orgullo, identidad y memoria.”

Compartir