Brillante cerebro de la delincuencia, asesino en serie y sádico de humor retorcido, el Guasón, archienemigo definitivo de Batman desde sus inicios en el mundo de los cómics, llega otra vez a las salas este jueves con Guasón 2: Folie à Deux en una de las iteraciones más dolientes de una extensa lista de versiones que este personaje irresistible y enigmático adoptó para la pantalla grande.
Uno de los principales villanos de la cultura pop, con al menos 250 registros en cine, televisión, historietas, libros y videojuegos, el «Príncipe Payaso del Crimen» acompaña al vigilante nocturno desde el 25 de abril de 1940, cuando se editó la entrega inaugural de la tira que llevó el nombre del héroe creado por Bill Finger y Bob Kane para DC.
Con la colaboración del dibujante Jerry Robinson, el hombre de piel blanca, pelo verde y sonrisa roja, peligrosísimo a pesar de no poseer poderes sobrehumanos, hizo su debut en papel con la perspectiva de ser derrotado al término de ese número, pero por un quizás visionario pedido editorial se le perdonó la vida para que siguiera complicándole la suya a su némesis: desde entonces, la relación Batman-Guasón se convirtió en una díada del bien y el mal y, prácticamente, en la razón de ser del uno y el otro.
Común en el devenir de las editoriales de cómics, las líneas temporales, historias de origen y características de sus narrativas sufrieron cambios y reinvenciones a lo largo de las décadas, que en el caso del Joker -su nombre en inglés- contribuyeron a engrosar el tentador misterio sobre su verdadera identidad y las motivaciones detrás de cada plan destructivo y fechoría que protagonizaba.
Si bien comenzó como un homicida y ladrón de joyas con rasgos psicopáticos, los años 50 y la fundación de la Autoridad del Código de Cómics, que operaba como censora sobre la industria en función de la violencia representada en las historietas y sus presuntos efectos en las juventudes, lo transformó en una fuente de bromas inofensivas y no tanto de caos devastadores.
Ese fue el estilo de Guasón que el público conoció en su primera aparición en carne y hueso, a cargo de Cesar Romero en la recordada «Batman» del formato chico y en la película homónima de 1966 (ambas con Adam West como el superhéroe titular), que mostraba a un enemigo más bien alejado de cualquier impulso sangriento.
La tendencia a indagar en los aspectos oscuros de estos relatos que empezó a gestarse en los 70 y 80 le devolvió al «Arlequín del Odio» sus iniciativas insanas y daniñas, de cara a una audiencia que ya no era la infanto-juvenil de los 60, y que recibía con buenos y maduros ojos la exploración de lo tenebroso y los grises morales que marcaría a esta figura en adelante.

Armado con su ingenio, artilugios explosivos y cómplices del hampa de Ciudad Gótica, este Guasón reivindicado en su maldad fue visto en Batman (1989, de Tim Burton), que de la mano de Jack Nicholson sacó provecho de los costados teatrales del rol casi hasta el punto de opacar al Hombre Murciélago con una performance aplaudida a nivel generalizado.
Sin embargo, novelas gráficas como «El Caballero de la Noche regresa» (1986, de Frank Miller) y «Batman: La broma asesina» (1988, de Alan Moore) trajeron lecturas sombrías de la saga y sus habitantes que, tiempo después, fueron trasladadas al cine por Christopher Nolan y Todd Phillips con los que acaso sean los dos Joker más celebrados por la crítica hasta hoy.
Cada uno a su manera, tanto el fallecido Heath Ledger, a puro cinismo y perturbación en Batman: El caballero de la noche (2008), como Joaquin Phoenix con la existencia tortuosa de Guasón (2019), lo despojaron de toda simpatía posible y, con menor o mayor crudeza, lo inmortalizaron de maneras atrapantes y, sobre todo, inolvidables.
Sus respectivos trabajos les valieron sendos premios Oscar a Mejor actor y legitimaron, en términos del prestigio de la Academia de Hollywood, no sólo dichos ejercicios artísticos sino a un producto del rubro superhéroes -visto históricamente como un género menor-, al sumar al Guasón al selecto grupo de personajes encarnados por más de un intérprete que recibieron una estatuilla, junto al Vito Corleone de Marlon Brando y Robert De Niro en El Padrino (1972 y 1974) y a la Anita de Rita Moreno y Ariana DeBose en Amor sin barreras (1961 y 2021).

En el medio, otros dos nombres se pusieron en la piel del villano: Jared Leto en Escuadrón Suicida (2016) y «La Liga de la Justicia de Zack Snyder» (2021), con un halo mafioso pero no tan explorado debido a los traspiés de la franquicia cinematográfica de DC; y Barry Keoghan en The Batman (2022, de Matt Reeves), aunque en forma de cameo y con la perspectiva de que salga de su internación psiquiátrica para perseguir a Batman en la secuela que está prevista para 2026.
Ahora, la segunda partida de Joaquin Phoenix con Guasón 2: Folie à Deux, en la que comparte trama con Lady Gaga como su compañera Harley Quinn, promete abrir nuevas perspectivas en el multidimensional trayecto de un Guasón que, superando épocas y estilos, nunca pierde la necesidad de ver el mundo arder.






Excelente